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jueves, julio 15, 2010

Las certificaciones ¿realmente necesarias?

De acuerdo con un artículo publicado en El Universal los productores mexicanos no están interesados en la normalización o certificación de sus empresas en el marco de la Norma Oficial Mexicana (NOM). Según los especialistas consultados la certificación confirma el nivel de calidad de los productos, la seguridad en su uso y la garantía hacia el consumidor de lo que está adquiriendo.

Aunque el citado texto no indica cifras precisas de que porcentaje de la población empresarial cae fuera de este rango, es fácil imaginarse las razones por las cuales las organizaciones no recurren (ni acatan) estos mecanismos de regulación.

La primera causa es de tipo económico. Lo cierto es que las certificaciones tienen un precio que muchos productores, en pro de una política de costos bajos en el mercado, no están dispuestos a pagar, en algunos casos. Otros tantos ni siquiera trabajan en forma legal, como es el caso de los artículos piratas. Bajo estos parámetros la certificación se observa como obstáculo, gasto o moda y no como una inversión.

Esta razón deriva de la segunda y más importante: A los consumidores no les importa. La verdad es que si bien hemos dado pasos enormes en la cultura del consumidor en nuestro país, lo cierto es que los criterios de compra aún están regidos por muchos otros factores antes que las certificaciones, como el precio, por ejemplo. Ciertos segmentos de mercado sí exigen normativas en sus productos y entonces las empresas, con tal conocimiento en mano, deciden si participan ahí o no, y si los costos serán rentables en algún momento. Pero dichos segmentos son muy específicos y no permean en el modo de compra de la mayoría de los mexicanos.

Entonces queda claro que las instituciones no tienen como único deber y facultad la emisión de normativas de cualquier orden, sino además, procurar que tales disposiciones sean de fácil acceso, reconocible a los consumidores y por último no culpar exclusivamente a los productores, cuando la causa aparente parte del nivel educativo de la población en general.

Fuente: El Universal.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿es distinto apegar tu producto de acuerdo a alguna NOM y la certificación? y ¿qué beneficio obtiene la empresa de dicha certificación?

Javier Reyes M. dijo...

Las ceritifaciones normalmente están administradas y gestionadas por particulares y suelen ser de origen internacional. Ahí está el caso de los diferentes ISO´s o el distintivo H. La NOM es una serie de reglamentaciones del gobierno administrados por la Secretaría de Economía (en la mayoría de los casos) y vigiladas por organismos civiles independientes denominados Unidades de Verificación UV. ¿Qué beneficios? En ambos casos, asegurar un nivel de calidad al consumidor.

Unknown dijo...

En el caso especifico del cafe, solo aumenta un 5% del valor neto pero por volumen, cosa que no beneficia en nada, ya que la misma es muy cara y para nada que asegura que el consumidor elegira el producto por ser mas confiable...para mi no tienen ningun beneficio, talvez para una institucion educativa o algun serivicio pero en el caso de los productos, no le veo tanta.

Javier Reyes M. dijo...

Bueno, en el caso del café (y algunos otros productos) las certificaciones y normalizaciones deben ser necesarias para exportar. En todo caso, es enecsario investigar si dicha inversión va a ser redituable o no.