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martes, julio 13, 2010

La televisión de paga ¿al borde?

La situación de la televisión de paga en nuestro país es un reflejo de lo que ocurre en otras partes del mundo, es decir, se encuentra al borde de un punto de no retorno.

Por un lado las empresas de telecomunicaciones se enfrentan a los embates de la crisis económica que ha forzados a miles de suscriptores a abandonar el entretenimiento de paga en pos de formas más económicas de diversión: La televisión abierta. Por otra parte, ciertos segmentos de mercado (sobre todo el juvenil) han migrado hacia el internet, desde donde es posible obtener y disfrutar toda clase de contenidos sin ningún coste adicional. Bajo esta perspectiva ¿qué medidas tomar?

La primera y más evidente ha sido disminuir el costo de acceso del servicio a los televidentes. Medidas que han resultado en el recorte en los precios de los paquetes, cero pago por inscripción y un constate río de promociones sobre promociones. Algunas de estas medidas son eficientes, pero rápidamente marcan una barrera abismal entre los concesionarios que pueden permitirse tales ofertas y los que no. Al final del día, el vencedor no es el ofertante del mejor producto sino aquel que tiene los recursos suficientes para soportar la actividad promocional.

La segunda alternativa consiste en la formación de paquetes "económicos" donde se ofrecen canales "básicos" en menor cantidad que los paquetes originales. Esta medida ha permitido el acceso a los sistemas televisión de paga a consumidores de bajo poder adquisitvo, de alguna manera afectando la calidad de los paquetes y sus contenidos. En términos de producción, es una abaratamiento de costos para el "fabricante", con el supuesto de que el consumidor este enterado y no resienta la pérdida de calidad del producto terminado. Sin embargo, esta medida tiene un potencial negativo: La suma de paquetes "baratos" siempre resultará más costosa que el precio del paquete original, siendo el consumidor quien absorba el coste de estos incrementos.

La última medida, no tan novedosa, es la formación de contratos leoninos que capturan a los suscriptores por años, con políticas de cobro amañadas o recuperación de cuentas pendientes en formas arbitrarias y poco eficientes. De esto último al menos, ninguna compañía se salva.

Tales procedimientos no son en balde y sólo buscan retrasar lo inevitable. Las empresas están consientes que la transición entre la televisión de paga a la televisión por internet es un fenómeno que eventualmente será una realidad concreta, trayendo con ello la desbandada de los clientes actuales. Las organizaciones lo saben y actuán en consecuencia. Sin embargo, una verdad es cierta sobre esto: El internet llegó para quedarse, una verdad ya indiscutible que tarde que temprano deberá afrontar este giro de negocios.

Fuente: 24/7wallst.com

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