Una nota que saltó a los medios de comunicación está semana fue el del conflicto entre el Club de Fútbol Monterrey y la empresa Televisa. ¿El motivo? La televisora se niega a mejorar el contrato por derechos de transmisión del citado club, cita la revista Proceso.
La publicación indica que esto ha redundado en una situación donde la empresa de medios no transmite los partidos de los Rayados. Tampoco da cobertura a la información del mismo, ni lo incluye en ninguna de sus barras deportivas. Además, ha resultado en un veto silencioso con otras cadenas televisivas que han cercado al equipo y sus seguidores, entre ellas TV Azteca, ESPN, TVC Deportes y FOX Sports, todos admitiendo de manera tácita o directa, no arriesgarse a meterse en el conflicto. Para paliar tal barrera, el club deportivo ha buscado el internet como respuesta. Sin embargo, dicho medio aún no es capaz de llegar a todos los segmentos de mercado consumidores de fútbol en el territorio nacional, por lo que tal medida es insuficiente.
Dicha situación nos demuestra varias cosas, entre ellas que en nuestro país la libertad comercial sigue siendo una idea ilusoria, pues los monopolios (o duopolios imaginarios) dominan la economía, particularmente la de los medios y las telecomunicaciones. También nos lleva a pensar que en estos conflictos mercantiles se ignora por completo lo que los aficionados (consumidores al final de cuentas) puedan pensar o desear ver en sus televisiones. Al parecer su opinión no cuenta, pues en este caso los huevos sólo están de un lado: Se los pelean Televisa y Monterrey.
¿Quién terminará cediendo? Cualquier respuesta sale sobrando, pues al final los televidentes seguiremos perdiendo en un México donde la televisión abierta, es más bien cerrada.
Fuente: Proceso.
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